Bueno continuando con la ruta, luego de unos cuantos ascensos y descensos eh logrado llegar a la mitad del camino la verdad es que en ese momento ya estaba exhausto y creí que era hora de detenerme y contemplar el hermoso paisaje que me rodeaba, grandes campos verdes y el gran río Calle-Calle que me acompañaba durante todo el camino, a esta altura del camino ya no se ven ni siquiera animales solo inmensas praderas, cerros y caminos por recorrer. Muy satisfecho vuelvo a la ciudad y luego de unas horas me encuentro nuevamente en ella, de la gran tranquilidad a la ruidosa ciudad, ahora solo pienso en reponerme pronto para planear la siguiente ruta.
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